Quiero comentarte como podemos trabajar Las Constelaciones Familiares y la enfermedad.
A través de la historia, diversos libros sagrados y autores han recalcado la importancia de la enfermedad, como marco de referencia para profundizar en el estudio y compresión de nuestro entorno y su efecto en el bienestar de nuestro cuerpo.
A continuación, podrá encontrar una serie de principios que ilustran la importancia de la enfermedad, como mecanismo de aprendizaje, en nuestro diario vivir.
𝗟𝗮 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼𝘀 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮 𝗮 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮.
“No hay curación sin sanación”, la enfermedad no es tan mala como pensamos, debido a que nos lleva a encontrar respuestas, ante esas situaciones que en su momento “no tuvimos la oportunidad de expresar”.
Es llegar al momento de reconciliación con nosotros mismos, que incluso puede extenderse varias generaciones, esto es un nuevo abrazo a la vida sanando el pasado, el presente y el futuro.
La enfermedad aparece cuando nos hemos negado una y otra vez, a confrontar conflictos que en la vida, gracias en gran parte a nuestros egos, no deseamos confrontar.
Este es el resultado de nuestro rechazo a la vida, es una propuesta de solución, tanto para nuestro sistema familiar, como en el sistema corporal; la misión de la enfermedad es llevarnos a la curación.
¿𝐐𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐛𝐮𝐞𝐧𝐚 𝐲 𝐦𝐚𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢a?
La buena conciencia significa sentirme seguro o segura, reconocido y protegido en el grupo al que pertenezco. En este grupo me siento alguien, me siento fuerte, por que interpreto soy igual a todos los demás integrantes.
La mala conciencia nos induce a ser diferentes, a reconocer que no es necesario “cargar” con enfermedades de la familia, para sentirme parte del clan. A reconocer cuales son los factores que me llevaron a elegir esas enfermedades y soltarlas para no repetirlas más, y aun así, continuar siendo parte del clan familiar.
¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘆𝗼 𝗿𝗲𝗽𝗶𝘁𝗼 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗲𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗺𝗶𝘀 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲s?
También se puede incluir entre la buena conciencia, como se mencionó recientemente, ya que nos hace tan ciegos que induce a un hijo, inconscientemente, a decirle a su padre o a su madre “yo me hago cargo de tu enfermedad”; el amor es ciego, por eso se le considera responsable por las popularmente llamadas enfermedades hereditarias o de transmisión genético
No importa la edad, el inconsciente actúa de forma tal que todos los miembros quieren sentirse parte del clan por eso
toman la enfermedad de los ancestros para sentirse parte del sistema familiar.
¿𝗖𝗼𝗺𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗼 𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱?
Las constelaciones nos evidencian los beneficios de aprovechar las ayudas que van más allá de las necesidades emocionales, incluyendo además ayudas filosóficas, existenciales o espirituales. 𝐄𝐥 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐝𝐨𝐫 está ahí para ayudar a la persona a despertar de esa situación, donde el conflicto se percibe más grande que el ser, de esta forma la terapia nos devolverá a una vida sin carencias.
Se trata de ayudar a que el consultante, renuncie a sus expectativas o ilusiones emocionales y acepte la vida como un proceso en desarrollo, armonioso e integrativo, y que le permita fluir.
𝐄𝐧𝐟𝐞𝐫𝐦𝐞𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫
Con la experiencia, se ha identificado en algunas constelaciones, enfermedades que desaparecen al cambiar de vivienda o viceversa; se ha encontrado, gracias a las constelaciones, la influencia de las personas que habitaron anteriormente esos lugares.
El lugar y los objetos almacenan la frecuencia o vibración de las emociones y pensamientos enviados, lo que posteriormente entra en resonancia con las personas que se acerquen a ellos. La frecuencia impregnada no desaparece sino que sigue resonando e influenciando en el entorno indefinidamente.
Ahora bien, la frecuencia negativa se transforma después de que la persona la identifica conscientemente en una constelación, transmutando el origen y trasformando las memorias dejadas en el sitio, liberando así ese registro y sus efectos.
𝗘𝗹 𝘀𝗶́𝗻𝗱𝗿𝗼𝗺𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝗻𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗮𝗿𝗶𝗼
Cuando llega la “fecha de aniversario”, la red energética en la que vivimos, nos dirige ante todo a la memoria, a las emociones, a los acontecimientos, tanto de superaciones como de tragedias, ya que todos estos eventos ocurrieron en una fecha precisa.
Dado lo anterior, no es de extrañar que, en los aniversarios de las tragedias, en nuestros sistemas, exista fechas que piden nuestro mayor respeto, o que sucedan situaciones que requieran nuestra atención.
Se recomienda revisar las fechas de nacimiento, bodas, divorcios, muertes de las últimas generaciones en su familia, para tomar consciencia de las sincronicidades sorprendentes, debido a que en algunos casos, son fechas frágiles que marcaron la historia familiar de una generación. Algunas de estas fechas son revividas por los descendientes a través de sus enfermedades, síntomas, separaciones u otros trastornos que se dan en las mismas fechas. Los días que rodean el propio cumpleaños o aniversarios, son una gran prueba, por lo que algunos miembros siguen reviviendo estos sucesos de forma cíclica, en el sistema.
Por fidelidad a esta fecha y a los ancestros de las distintas generaciones, quienes también fueron fieles a su celebración, la persona muestra una fragilidad especial que le impide resolver un conflicto, resultando en una enfermedad, o bien sin necesidad de presentar un conflicto bloqueado, la persona simplemente adopta el conflicto de un antepasado diciéndole “yo como tú” o “yo en tu lugar” te sigo en la enfermedad. La existencia de una fecha así señalada y memorizada por el campo del sistema familiar, demuestra que éste necesita que se reconcilie algo importante, para que esta fecha deje ser una amenaza en cada generación posterior.
𝗟𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗻𝗼𝘀 𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲𝘀
𝗠𝗮𝗺𝗮́
Al tomar incondicionalmente a la madre, abrazamos la salud.
Si rechazas a mamá, podría generar enfermedades graves, recuerda que siempre sea dicho que mamá es abundancia, lo contrario afectaría este resultado; inclusive se podría vincular que algunas de las enfermedades físicas, se sustentan en conflictos con nuestra madre, o con personas que fueron excluidas en sistema familiar, hasta al menos tres generaciones.
𝗟𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗻𝗼𝘀 𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲𝘀
𝗣𝗮𝗽𝗮́
Del padre nos viene la fuerza de la supervivencia y de la adaptación a la realidad, la fuerza del compromiso, de la responsabilidad y de la realización profesional.
Aceptar la vida es hacer frente a sus retos, es enfrentar los conflictos, es resolverlos por mucho que cueste. Bloquearnos ante un conflicto es rechazar la vida, como es rechazar al padre, la madre o ambos, es privarnos de la fuente de la abundancia y de la fortaleza.
¿𝗘𝘀𝘁𝗮́𝘀 𝗥𝗲𝗽𝗶𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗮𝘁𝗿𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝘁𝘂 𝗳𝗮𝗺𝗶𝗹𝗶𝗮?
La capacidad de superar la repetición, nos es un regalo. Una vez que la fuerza interna que nos habita, es dada de tantas generaciones, nos permite asimilar las condiciones de nuestra vida, es entonces cuando la conciencia familiar se vuelve con amor hacia nosotros, y a la vez somos abrazados con un poderoso movimiento del espíritu, que nos conecta directamente con la conciencia creadora, su energía es energía para la sanación, y proviene de afuera del campo.
Cuando alguien decide abrirse a la vida como es, se abre la conexión con el espíritu, con el origen de toda la creación, y esta persona se dirige ante todos como son, tanto a los buenos, como a los malos; hacia su vida como es, a esos conflictos y a la enfermedad como es; es en ese momento cuando la fuerza de sanación llega a la persona, el enfermo se transforma en el canal de energía del espíritu, única capaz de generar y manifestar la trasmutación, y es gracias a la fuerza de sanación, que se produce una mutación, la cual es integrada por el campo familiar y es transmitida por siempre.
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